Supervivencia de los lepidopteros

La supervivencia de los lepidópteros también está relacionada directamente con su alimentación, la que presenta ciertas características de conducta; por ejemplo, en el estado larval atacan cualquier parte de la planta, como flores, frutas, hojas o tallo. Eventualmente, larvas de una misma especie, por generaciones diferentes, pueden atacar distintas partes de la planta, que a lo largo de la vida de la misma son más apetecibles y disponibles.

Es posible clasificar las larvas de acuerdo con sus hábitos alimenticios, en monófagas, cuando se alimentan de una determinada especie de planta o incluso de una determinada parte de la planta; oligófagas, cuando comen de diversas especies pero relacionadas en una misma familia, e incluso a un solo género; y polífagas, si se alimentan de varios grupos de especies de diversas familias de plantas, aunque existen algunas excepciones con adaptaciones alimenticias a otro tipo de materiales como corcho, harinas, animales disecados, excrementos, incluso otros animales, que es cuando toma parte de la asociación con las hormigas, pues la larva a partir de una glándula secretora de líquidos azucarados atrae las hormigas que la transportan al nido para alimentarse, y ésta a su vez aprovecha las larvas de las hormigas para su dieta alimenticia, además de cierto grado de protección hacia depredadores (incluso otras hormigas).

Aprovechando la mención de las hormigas como protectoras, vale la pena citar algunos depredadores: tres grandes grupos de himenóptera, que incluyen hormigas, abejas y avispas, son referidos como parásitos de otros insectos, pero son realmente predadores de anfitriones siempre muertos. Las hembras ponen sus huevos en la larva (algunas veces en los huevos o pupa) de otros insectos. La larva predadora se alimenta en el interior del hospedero en sus tejidos corporales y eventualmente el hospedero muere. Algunas veces se vuelve pupa prematuramente. Moscas de la familia Tachinidae tienen una similar relación predatoria con las larvas de mariposas y otros insectos. La mosca adulta visita flores por néctar, pero deja sus huevos en las larvas o en la planta alimenticia de la larva hospedera, la cual cuando se infecta, siempre muere.

Larvas de mariposas son algunas veces encontradas con gusanillos nemátodos parasíticos en sus tejidos. También es frecuente observar la muerte en cualquiera de los estados de los lepidópteros a causa de entomopátogenos, como hongos, virus y bacterias.

Los pájaros, la mayoría de lagartijas, algunos anfibios, avispas y escarabajos y arañas, son insectívoros e indudablemente comen larvas de lepidópteros. Los mecanismos de defensa generalmente son por su forma y textura o adhesiones a su morfología, como el osmeterium, glándula localizada en el dorso; las larvas de papilio, justo atrás de la cabeza, utilizadas cuando el insecto es molestado, lentamente salen y producen un fuerte olor, que desplaza al enemigo. Tienen excepciones, consecuencia del comportamiento, como el de algunas larvas que viven en grupos encerrados en una red de seda, lo que les proporciona cierto grado de protección, larvas gregarias que sacuden las patas frontales cuando las molestan y están cuando en grupo las mueven sincronizadamente, impidiendo el acercamiento de los depredadores. Otro comportamiento adquirido es el del descolgamiento desde una superficie, gracias a un hilillo de seda que produce la larva.

En los animales adultos, aparte de algunos parásitos, los enemigos más sobresalientes son las mantis religiosas, camaleones, arañas, lagartijas, pájaros, murciélagos y hormigas. Para ellas, las mariposas han adquirido habilidades de defensa, unidas a formas, sabores y colores naturales. Cada mariposa tiende a tener un tipo particular de lugar de descanso y el modelo de la parte de debajo de alas sirve para encubrirlas más efectivamente. De la misma manera, manchas como ojos en los bordes de las alas y colas elongadas, que cuando están posados mueven las colas suavemente, de lado a lado, conduciendo al observador casual a tener la impresión de están mirando antenas en movimiento, les otorgan la oportunidad de huir si el enemigo se acerca, como una demostración clara de la fusión entre lo natural y el comportamiento adquirido. En la noche, para evitar ser comidos por los murciélagos, algunos lepidópteros han generado la capacidad de un órgano timpánico, capaz de percibir ultrasonidos, lo que les permite desviar su vuelo y escapar. Algunas mariposas crean agrupaciones de protección con otros animales; por ejemplo utilizan el paso de hormigas carnívoras, que espantan otros animales, los cuales son ingeridos por los pájaros, y así evitan ser comidas.

Al igual que en las larvas, las costumbres alimenticias son variadas en los adultos. Unos obtienen su fuente alimenticia de líquidos azucarados, que son las más generalizadas; otros de nutrientes de charcos o arenas húmedas y, en general, el suelo; algunos comen frutas en descomposición o perforan las que están en buen estado; y las demás tienen como fuente de alimento las excretas: orina, exudados, e, inclusive, secreciones lacrimales.